Trucos de belleza imprescindibles

 Estos pequeños trucos que traigo hoy son imprescindibles para todos, y es que son muy sencillos, pero a la vez también muy eficaces. ¡Nos pueden sacar de cualquier apuro!

Las horquillas, mejor al revés:
A la hora de hacer un peinado (y que dure bastante), hay que tener en cuenta como debemos colocar las horquillas. Si la horquilla lleva uno de sus dos lados ondulados, esa es la parte que debe ir hacia abajo, rozando el pelo para evitar que se resbale. 

Bastoncillos siempre a mano:
A la hora de aplicar la máscara, es muy común que por el propio pestañeo se queden pequeñas manchas de rímel sobre el párpado. Para evitar esto, solo es necesario esperar a que el rímel se seque y utilizar un bastoncillo para eliminarlas sin tener que empezar todo el trabajo de cero. Y las sombras, prácticamente intactas. Los bastoncillos también resultan muy útiles a la hora de conseguir un delineado impecable: solo hay que humedecer su punta para limpiar el trazo de nuestro delineado.

¿Y si me quedo sin eyeliner?
Si te has quedado sin eyeliner sin darte cuenta, y lo necesitas urgentemente, puedes recurrir a un pincel fino frotado previamente con el peine del rímel para que se llene de producto.

X para unos labios perfectos: 
Marcar el contorno del labio resulta muy difícil cuando llegamos a la altura del arco de Cupido (la forma del labio superior justo debajo de la nariz). Para que quede simétrico, hay que trazar con el lápiz una ‘X’ en la que hagamos coincidir su intersección con el arco de Cupido. Después, se rellena el resto de labios como siempre.

Labios más voluminosos con iluminador:
Para conseguir el efecto de unos labios más carnosos, después aplicar el pintalabios, debemos utilizar el iluminador dibujando el arco de Cupido en la parte superior del labio y difuminando ligeramente. Echando una mínima gota en la yema del dedo, lo aplicaremos también en el centro del labio inferior y también difuminaremos hasta que quede perfecto.

¿Y si me quedo sin colorete?
El pintalabios, sobre todo cuando se trata de tonos claros, es nuestra mejor opción. Traza una línea en ambos lados de la cara, como harías con el blush, y difumínalo. También nos puede salvar la vida como sombras de ojos.

El contouring. Cuestión de números:
Concretamente, del número 3.  Para ello, utiliza primero un corrector dos tonos más claro que tu piel y dibuja un 3 mirando hacia la oreja: comienza por encima de la ceja hasta el pómulo y continúa el trazo final del número hasta la línea de la mandíbula. Para el corrector más oscuro, dibujar el número en el sentido contrario, hacia la nariz: Comienza el trazo a la altura de la sien marcando el medio del 3 por debajo del pómulo y dibuja el trazo final hacia el final del hueso de la mandíbula. Después, difumina hasta que quede uniforme.