Leyendas

El adiós de un mito.

  

Francesco Totti es más que un ejemplo para los pocos que quedan hoy en día y que sienten verdadero amor por la camiseta que visten. Porque Totti pudo ganarlo todo, pero no quiso seguir el camino fácil, nunca dejó a su querida Roma, ni quiso dejar de ver como los Gaillorossi coreaban su nobre partido tras partido, no quiso el dinero fácil de Madrid ni de Milan, quiso seguir vistiendo la de la Roma, su camiseta.

25 años de amor incondicional, que hoy en día pocos demuestran, nunca los abandonó y solo sus 39 años lo obligan a hacerlo.

Si, pudo ganarlo todo, pero quiso conseguirlo con el equipo de sus amores. Su palmarés no se acerca a su grandeza, una Liga y un par de Copas de Italia no hicieron que se cansara de estar en un club 'que ganaba poco' porque era su club. Por que de eso se trata la verdadera fidelidad, en todos los aspectos, pero más concretamente en el fútbol, en el que a día de hoy muchgos prefieron irse a China a ganar 30 kilos limpios al año, que quedarse y luchar por la camiseta del club que quieren.

Y aunque el camino no fue todo lo bonito y exitoso que alguien como él relamente merecía, se enorgullece de lo recorrido, porque el orgullo que se muestra por haber vivido una experiencia que pocas veces más se vivirán, sobre todo en el fútbol, en un premio mayor a conseguir trs títulos al año, y eso debió pensdar él, ¿Para qué irme si no voy a sentir los colores que vista? Desde luego que este pensamiento, por el bien del verdadero fútbol, debería aumentar hoy en día, porque, ¿habría algo más bonito que conseguir vestir la camiseta del club al que quieres?

Si, ganar es fácil y se justifica solo, pero lo del sentimiento hay que explicaralo, y debería ser una de las bases principales de todo profesional. 

Es evidente que no hay nada malo es salir y perseguir la Champions, porque es una verdadra hazaña conseguirla pero esa camiseta con la que la por fin cumnples tu sueño de la infancia, no te representará, y soñarás con que ojalá la hubieras conseguido con tu verdadero equipo

Este domingo una era terminó, una era de fidelidad, de amor, y un icóno romano acabó su carrea junto a , y después de estos 25 años hay gente que se pregunta si París es realmente la ciudad del amor.

Grazie Francesco, Grazie Capitano.